Nuestro Proceso de Fabricación

Utilizando un proceso único perfeccionado por veterinarios e ingenieros durante 25 años, SCCL puede recolectar calostro de vacas lecheras sanas y secarlo para crear un producto seguro, eficaz, estable, puro y potente.

Recolección de calostro

Nuestro calostro se recolecta de granjas lecheras que tienen licencia para producir leche para consumo humano.

SCCL requiere que sus granjas lecheras donantes mantengan estos mismos altos estándares cuando recolectan y almacenan calostro como lo hacen durante la recolección de leche. Todos los utensilios y recipientes que entran en contacto con el calostro se mantienen limpios y desinfectados.

Cada granja recolecta calostro fresco de las vacas poco después de que nazca un nuevo ternero. La granja reserva lo que necesita para alimentar al ternero (SCCL alienta a todas las lecherías donantes a seguir el Código de prácticas recomendado para el cuidado y manejo del ganado lechero, publicado por Agriculture Canada, que especifica la cantidad de calostro que se debe alimentar al ternero recién nacido). Cualquier exceso de calostro se coloca inmediatamente en un recipiente de plástico desinfectado provisto por SCCL, etiquetado para identificación y colocado en un congelador para su almacenamiento. La congelación inmediata conserva los ingredientes importantes que se encuentran naturalmente en el calostro. Nuestro sistema de etiquetado de cubetas nos brinda una completa capacidad de rastreo para la granja y la vaca de origen.

El calostro congelado se transporta a nuestras instalaciones de procesamiento que son inspeccionadas y aprobadas por la CFIA y el USDA. Aquí todos los cubos se mantienen hasta que se toma una muestra y se analiza en nuestro laboratorio de control de calidad. La prueba es seguida por la calificación. Los cubos que cumplen con las especificaciones de nuestros productos se liberan para su procesamiento, los que no, no se procesan.

Nuestro enfoque en probar y clasificar cada cubo antes del procesamiento ayuda a garantizar que nuestros productos finales conserven los niveles más altos de seguridad y bioactividad.

Procesamiento del calostro

Nuestros productos se elaboran únicamente a partir de calostro bovino natural recolectado de vacas sanas a las pocas horas del parto.

No lo cambiamos porque creemos que todos los ingredientes que se encuentran en el calostro son importantes y contribuyen a su amplio espectro de actividades biológicas.

En resumen, el calostro es más que la suma de sus partes, y para conservar todo su espectro de actividad es importante preservar la proporción natural de todos los ingredientes. Por lo tanto, no eliminamos ningún componente, como la grasa del calostro. Tampoco añadimos otros ingredientes como sangre, suero, suero de leche o huevos de gallina, como hacen a veces otros fabricantes.

Nuestro procesamiento de calostro implica una serie de pasos diseñados para garantizar la pureza, la potencia, la seguridad y la estabilidad del producto. Los principales pasos son los siguientes:

  1. Tratamiento Térmico – Este procedimiento clave es un proceso patentado de múltiples pasos que logra la equivalencia de la pasteurización sin dañar ninguno de los importantes factores inmunológicos, antimicrobianos y de crecimiento o nutrientes que se encuentran en el calostro. Los ciclos de calentamiento y enfriamiento, cuidadosamente programados, se aplican bajo estrictos controles. Se realizan pruebas tanto durante el tratamiento térmico como en los productos finales para garantizar que se ha logrado la equivalencia de la pasteurización y que los componentes clave del calostro están intactos.
  2. Secado por Aspersión – Este procedimiento cuidadosamente controlado convierte el calostro líquido en un polvo fino que es estable durante períodos prolongados.

Empaque del Calostro

Una vez procesado, el calostro en polvo se somete de nuevo a pruebas de pureza y potencia y se envasa en paquetes individuales o en contenedores a granel. Después de envasar cada producto, se vuelve a analizar para garantizar que cumple las rigurosas normas de control de calidad. Una vez envasados, los productos son estables a temperatura ambiente durante tres años.