Adaptado de estudio de caso: Un enfoque holístico para el manejo del calostro: enriquecimiento del calostro materno combinado con una alimentación prolongada con calostro como medidas de control para la diarrea neonatal bovina asociada al rotavirus. Ryan C. T. Davies, Katharine Denholm
Introducción
La diarrea neonatal del ternero (NCD), también conocida como diarrea, sigue siendo uno de los problemas de salud más importantes en los terneros antes del destete, lo que contribuye a una alta tasa de tratamiento, riesgo de muerte y disminución de la productividad futura tanto en las explotaciones lecheras como en las de carne. Incluso los casos leves pueden tener repercusiones a largo plazo en el crecimiento y el rendimiento general. Aunque la diarrea se considera a menudo una parte inevitable de la cría de terneros, la mayoría de los brotes pueden estar relacionados con factores de gestión que pueden mejorarse prestando la debida atención a los detalles.
Aquí hay cuatro pasos que puede seguir cuando se enfrente a un caso de diarrea para mejorar los resultados en los terneros:
1. Revisar el manejo del calostro.
Asegúrese de que el calostro que se administra contenga al menos 50 g de inmunoglobulinas (IgG) por litro y limite la contaminación bacteriana mediante prácticas de manipulación limpias, como alimentar lo antes posible y pasteurizar de forma segura las IgG (140 °F o 60 °C durante 60 minutos). Los terneros deben recibir calostro en las primeras 6 horas después del nacimiento.
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- ‣ El calostro no debe tener menos de 221 TP3T Brix.
- - Utilice un refractómetro para confirmar el grado Brix % y la aplicación SCCL para ver cuánto se necesita mejorar con calostro en polvo para alcanzar una calidad excelente. Los terneros deben recibir entre 200 y 300 g de IgG o 10% de su peso corporal en calostro de calidad.
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Utilice calostro bovino 100%. Jerarquía de fuentes de calostro: materno > fresco o congelado de otra madre del rebaño > sustituto de calostro en polvo. Se recomienda no utilizar calostro de otra granja para evitar patógenos externos.
2. Medio ambiente
¿Los terneros nacen en un entorno limpio? Implemente un protocolo para limpiar los corrales de parto entre usos (y los corrales de alojamiento individual o grupal). Si el parto se realiza en pasturas, utilice un sistema de parto Sandhills o Foothills para evitar la exposición de los terneros más jóvenes a los patógenos de los terneros más viejos.
Disponga de tetinas y tubos específicos para animales enfermos, a fin de no infectar accidentalmente a los terneros sanos.
3. Protocolo de alimentación de transición adaptado: sustituto de leche enriquecido con calostro.
Cambiar a un sustituto de leche puro después de la alimentación inicial con calostro, en lugar de utilizar leche de transición o un sustituto de leche enriquecido con calostro, puede privar a los terneros de componentes bioactivos clave, como oligosacáridos, factores de crecimiento similares a la insulina y lactoferrina, que recibirían de forma natural al mamar de su madre. Sin embargo, la leche de transición, aunque suele estar disponible, puede no ser ideal para los terneros debido a su inconsistencia y calidad variable, incluyendo el contenido de IgG y la posible contaminación. Alimentar con una ración de sustituto de leche enriquecida con calostro en polvo puede proporcionar una alimentación más consistente, que requiere menos trabajo y reduce la exposición a patógenos en comparación con la alimentación con leche de transición.
A estudio de caso reciente destacó que añadir 70 g de sustituto de calostro a la ración de sustituto de leche dos veces al día puede reducir la diarrea y mejorar los títulos contra los patógenos, al tiempo que se reduce la carga bacteriana en comparación con la leche de transición.
4. Realizar un seguimiento y evaluar el éxito
Incluso los pequeños ajustes pueden tener un impacto significativo en la salud de los terneros. Comprender dónde se empezó, qué hay que mejorar, qué datos hay que recopilar para tomar una decisión y qué ajustes en la gestión marcaron la diferencia es importante para realizar cambios significativos que mejoren la salud de los animales y los resultados económicos, previniendo futuros brotes.
Conclusión
Los pequeños cambios pueden tener un gran impacto. Comprender las áreas de su operación en las que se puede aumentar la eficiencia y reducir la carga de patógenos es clave para la salud de los terneros. Dar a los terneros el mejor comienzo posible introduciéndolos en un entorno limpio, estableciendo protocolos para garantizar la transferencia exitosa de la inmunidad pasiva con un protocolo de calostro robusto y realizando un seguimiento para medir el éxito significa un progreso continuo en la productividad y la salud de su rebaño.
Trabaje con su veterinario y su equipo para establecer un plan, identificar los posibles riesgos, prevenir la diarrea antes de que se produzca y minimizar su impacto si llega a ocurrir.