Los corderos recién nacidos y los cabritos necesitan calostro al nacer como única fuente de nutrición. Cuando la madre no puede proporcionar suficiente calostro de alta calidad, los productores disponen ahora de una alternativa muy eficaz y cómoda.
¿Qué es el calostro?
El calostro es la primera secreción producida por la glándula mamaria de la yegua, y es la fuente clave y más importante de nutrición para el recién nacido. Esta leche es un componente importante para la supervivencia y la salud de las crías, no sólo por sus altos valores nutricionales, sino también porque es una fuente de anticuerpos que ayuda al desarrollo y protege de las infecciones. Al ser una fuente rica en energía, ayuda a los recién nacidos a mantener su temperatura corporal para sobrevivir. El calostro también contribuye al crecimiento y desarrollo del cuerpo y los órganos del cabrito/cordero, así como a su futuro rendimiento en la producción de leche, gracias a sus diversos componentes, como factores bioactivos, células y hormonas. Alimentar con calostro de alta calidad en cantidad suficiente inmediatamente después del nacimiento protege al neonato, tanto a corto como a largo plazo. Lo ideal es alimentar a cada recién nacido con calostro lo antes posible (antes de 30 minutos) tras el nacimiento, procurando no superar las dos horas tras el nacimiento para esta primera ingesta.
Debido al tipo de placenta de los rumiantes, la transferencia de inmunoglobulina pasiva de la madre al feto durante la gestación es deficiente. Por lo tanto, el calostro es la única fuente de inmunidad adquirida inicial. Así pues, el porcentaje de supervivencia de los cabritos y corderos recién nacidos depende del acceso al calostro durante las primeras horas tras el nacimiento.
¿Cuándo y cuánto calostro?
La morbilidad y mortalidad de cabritos y corderos es un reto mundial que afecta a su bienestar y productividad en la granja. Proporcionar cantidades adecuadas de calostro es clave para reducir las pérdidas que pueden producirse debido a enfermedades infecciosas que dañan a los recién nacidos. En la mayoría de las explotaciones lecheras intensivas, los corderos y cabritos son separados de sus madres inmediatamente después del parto y trasladados a una unidad de cría artificial. El acceso temprano a un calostro de buena calidad, en cantidad suficiente y suministrado lo antes posible, es esencial para su salud, ya que la falta de una inmunidad pasiva adecuada de la madre a la cría es la principal causa de morbilidad y mortalidad en los pequeños rumiantes.
Los corderos y cabritos deben recibir al menos 50 ml/kg de buen calostro (>25% Brix) lo antes posible tras el nacimiento. Esta primera alimentación no debe superar las 2 horas tras el nacimiento. En 24 horas, un cordero/cabrito recién nacido debe recibir el equivalente a 200 ml/kg de peso corporal en calostro (AHDB) o al menos 30 g de IgG. Así pues, un recién nacido de 3 kg debería recibir idealmente al menos 600 ml de calostro en su primer día de vida. Esta cantidad puede dividirse en dos o tres comidas. Sin embargo, si esta cantidad no es posible, la ingesta sugerida para garantizar una transferencia inmunitaria pasiva adecuada es de entre 10-15% del peso corporal del recién nacido. Esto significa que el cabrito/cordero de 3 kg debe recibir al menos 450 ml divididos en dos o tres veces durante el primer día de vida.
Pueden surgir dificultades en relación con el calostro, debido a la mala calidad, a la falta de cantidad adecuada o incluso a la escasez de personal de granja que ayude a suministrar el calostro rápidamente. Todos estos problemas pueden perjudicar la salud de los recién nacidos y exponerlos a infecciones y a un bajo desarrollo en sus primeros meses de vida. Por ello, se han desarrollado protocolos para la administración de calostro desecado, que pueden ayudar a garantizar que los recién nacidos reciban cantidades suficientes de calostro de alta calidad.
¿Puedo utilizar calostro de vaca desecado?
El uso de calostro bovino deshidratado comercial ya existe en varias unidades de cría. Los estudios han demostrado la alta eficiencia en la absorción de anticuerpos IgG que se originan tanto en el calostro bovino como en el de oveja/cabra. Esto significa que se puede suministrar calostro de vaca a los cabritos y corderos recién nacidos y obtener excelentes resultados.
El uso de un sustituto del calostro bovino entero reduce la morbilidad y mortalidad predestete, así como el uso de antibióticos. Esto se traduce en una mejor ganancia diaria de peso y aumenta el número de corderos/cabritos comercializados. Además, se sabe que el calostro protege contra la diarrea y mejora la salud general y el aumento de peso.
Juliana Mergh Leão, DVM, MSc., DSc.
Especialista técnico veterinario, SCCL
[email protected]
Haim Leibovich, Doctor en Filosofía.
Consultor, Sistemas de producción de pequeños rumiantes
[email protected]
Joana Palhares Campolina, DVM, MsC, DsC.
Veterinario/Investigador veterinario
[email protected]